A partir de una concepción del lenguaje escrito que reconoce entre sus propiedades, el ser un proceso vivo y en constantes transformaciones, comprendo el desarrollo de las habilidades de escritura, como una combinación de enriquecimientos, primero desde la incorporación de recursos propios de nuestro idioma, y en seguida, en el desarrollo de una sensibilidad donde sean posibles las especificidades de distintos modos de expresión, aquello que ocurre, por ejemplo, en los diferentes escenarios disciplinares. Por esta razón, creo que el Programa de Escritura Disciplinar (PED) acerca a los estudiantes a formas de expresión en las disciplinas donde sus talentos se desarrollan, nos ayuda a que el escribir se apropie, que sea visto y sentido como algo valioso en términos personales; como una herramienta que nos hace más capaces y creativos.

Efraín Telias
Encargado de Acreditación